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domingo, 11 de julio de 2010

El mal de Montano

Hace tiempo que no escribía nada, pero quería dejar varios apuntes sobre algunos libros que he ido leyendo.


El mal de Montano, de Enrique Vila-Matas
Al principio me causó la misma sensación que lo primero que leí de Vila-Matas (París no se acaba nunca): me gustaba, tenía partes que me parecían enormes y estupendas, pero sin embargo creo que no llegaba a motivarme al 100%, no conseguía disfrutarlo como pensaba que debería.
Tal vez es que la estructura del libro era extraña; lo que parecía ser una cosa al principio, terminaba siendo otra parecida pero muy distinta.

Destaco la segunda parte ("Diccionario del tímido amor a la vida") porque en ella Vila-Matas -como siempre- nombra una gran cantidad de autores, es muy curioso este capítulo. Me hizo anotar algunos nombres que no conocía y que me dieran muchas ganas de volver a leer otros que sí.

Anoté unos párrafos -algo polémicos, ¿no?- porque me hicieron pensar que gran parte de la idea principal del libro estaba reflejada en estos:
Cené con los cretinos, escritores funcionarios de mierda, muertos. Esa raza de escritores, imitadores de lo ya hecho y gente absolutamente falta de ambición literaria, aunque no de ambición económica, son una plaga más perniciosa incluso que la plaga de los directores editoriales que trabajan con entusiasmo contra lo literario.
(...)
Aquella reunión no tenía nada de simpática ni de exótica ni de original. Era en realidad un congreso literario más de los muchos que hay esparcidos por el mundo de la corrupción.

Otros que destaco son El extranjero, de Albert Camus y Morfina, de Mijail Bulgákov. Especialmente este último me resultó muy humano y entrañable.